lunes, 4 de agosto de 2008

Mi Esposa Margarita

¡Oh! Cuán puro y sereno despunta el Sol en el dichoso día que te miró nacer, ¡Esposa mía! Heme de amor y de ventura lleno.Puerto de las borrascas de mi vida,objeto de mi amor y mi tesoro,con qué afectuosa devoción te adoro,¡y te consagro mi alma enternecida! Si la inquietud ansiosa me atormenta, al mirarte recobro gozo, serenidad, luz y ventura; y en apacibles lazosf eliz olvido en tus amantes brazos de mi poder funesto la amargura. Tú eres mi ángel de consuelo y tu celestial mirada tiene en mi alma enajenada inexplicable poder. Como el Iris en el cielo la fiera tormenta calma tus ojos bellos del alma disipan el padecer.Y ¿cómo no lo hicieron cuando en sus rayos lánguidos respiran inocencia y amor? Quieran los cielosque tu día feliz siempre nos luzca de ventura y de paz, y nunca turben nuestra plácida unión los torpes celos.Esposa la más fiel y más querida,siempre nos amaremos,y uno en otro apoyado, pasaremos el áspero desierto de la vida. Nos amaremos, esposa, mientras nuestro pecho aliente pasará la edad ardiente, sin que pase nuestro amor. Y si el infortunio vuelve con su copa de amargura, y en mí cargue su furor. José Mária Heredia

No hay comentarios: